
Queridos amigos: Esto es algo que quizás os costará oír. La meditación no es una herramienta para el bienestar. Es una herramienta para la rendición. Es natural, y de hecho es lo que pasa, que nos acerquemos a la meditación y nos sentemos a meditar con la esperanza de sentirnos mejor. Queremos más serenidad, ser más conscientes, disfrutar más de la vida, controlar nuestra mente y nuestras emociones, mejorar aspectos de nosotros que nos dificultan estar en paz y relacionarnos con los demás. A veces incluso nos acercamos a la meditación para sanar dolencias de carácter físico, psíquico o emocional….